Todos hemos usado el alcanfor para quitar polillas de la ropa. En inglés llaman camphor a nuestro alcanfor, que no debemos confundirlo con nuestra marca Kanfort®. Hay montones de derivados de la palabra alcanfor en español, como agua y aceite alcanforados, alcanfor mentolado, etc. Los químicos han oxidado esta molécula con ácido nítrico para producir, en inglés, camphoric acid. Si consideramos el uso del español, parece lógico llamarlo ácido alcanfórico, en concordancia con el uso anterior y con la etimología árabe (alkāfūr) de alcanfor que viene en el DLE.
Gracias a Jesús Clemente, también sé que la Real Academia de Farmacia en 1893 indica en la página 363 de su El restaurador farmacéutico que es más correcto alcanfórico que canfórico. Fernando Navarro ha indicado que su Libro rojo se decantará por alcanfórico. Otro argumento más se apoya en que contamos con el noralcanfor, que en inglés es el norcamphor.
Pero el DLE también contiene canfor como sinónimo en desuso de alcanfor. Además, la Academia de las Ciencias (de cuyo largo nombre nunca consigo acordarme) reconoce solo el ácido canfórico. Por si fuera poco, el uso de ácido canfórico/canforato barre en las redes respecto al ácido alcanfórico/alcanforato.
¿Con cuál nos quedamos, pues? Me temo que los dos, por distintos motivos, son correctos. Los que me conocen seguro que imaginan cuál es mi preferido y por qué casi nunca recomiendo consultar lo que propone la Academia de las Ciencias como traducción.