Las bases nitrogenadas de los ácidos nucleicos son cinco, dos de ellas púricas (adenina y guanina) y las otras tres, pirimidínicas (citosina, uracilo y timina). Cuando la base nitrogenada se une a la pentosa, se forma un nucleósido. El nombre de los nucleósidos se forma por la adición del sufijo -osina a la base púrica, y el sufijo -idina a la base pirimidínica. Así tenemos:
- adenina → adenosina
- guanina → guanosina
- citosina → citidina
- uracilo → uridina
- timina → timidina
Cómo son estos nombres en inglés lo puedes consultar en esta página. Para marcar la diferencia de pentosa, se recurre a los prefijos ribo- cuando es ribosa y desoxi- cuando es desoxirribosa. El problema es que la timidina, que debería ser desoxitimidina, no recibió tal nombre cuando se publicó en 1929.
Cuando al nucleósido se le une el fosfato, entonces tenemos el nucleótido, que se nombra como un ácido o la sal que le corresponde a partir del nombre de la base púrica (adenilato y guanilato) o a partir del nucleósido pirimidínico (citidilato, uridilato y timidilato).
Ojo, si al nombrar el nucleósido de dice mono-, di- o trifosfato de..., entonces no se pone el nombre de la base ni del nucleótido, sino del nucleósido: monofosfato de adenosina, trifosfato de timidina. Como curiosidad, el término nucleótido lo acuñó Levene en un artículo de 1908, mientras que nucleósido lo acuñó un año después.
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