31 mar 2016

Veni et vidi da Vinci

Nada me hace disfrutar más en la National Gallery de Londres que los cuadros de Miguel Ángel y los de Leonardo da Vinci  (la foto que acompaña es mía). El primero se apellida Buonarroti, pero el «da Vinci» del segundo no es su apellido, sino simplemente su procedencia.

Muchos filósofos y artistas de la antigüedad (en el más amplio sentido) tenían un nombre que hemos acompañado de su lugar de procedencia, sobre todo en la antigua Grecia: Thales de Mileto, Parménides de Elea, Pitágoras de Samos, Anaxímenes de Mileto, o Arquímedes de Siracusa. Pero es una práctica que nunca se perdió, como en Don Quijote de la Mancha, y es hoy el origen de muchos apellidos. Entonces, ¿por qué digo que «da Vinci» no es apellido?

Leonardo nació en 1452, pero no está claro si lo hizo en el castillo de Vinci (donde vivía su padre) o en Anchiano (la pedanía de Vinci donde vivía su madre) como hijo natural de Catalina, una campesina, y del rico notario Ser Piero Fruosino di Antonio (el «Ser» indica que es un caballero). Al bautizo no asistieron ninguno de los padres (o al menos el padre), porque no estaban casados, así que le asignaron el nombre Lionardo di ser Piero da Vinci que significaba que era hijo del caballero Piero que vivía en Vinci. Al ser hijo ilegítimo, nunca usó el apellido del padre y firmó todas sus obras como Leonardo o Io, Leonardo («Yo, Leonardo»).

¿Y dónde nos lleva esto? A que, por ejemplo, el famoso libro El código da Vinci no significa realmente que sea un código de Leonardo, sino un código que se halló en Vinci.

21 mar 2016

O tienes tifus o tienes fiebre tifoidea

Me he quedado muy extrañado cuando, en pleno siglo XXI, encuentro que en muchas páginas web (por ejemplo, esta) tratan el tifus y la fiebre tifoidea como sinónimos, cuando hasta la Wikipedia nos indica que no las liemos.
El tifus y la fiebre tifoidea presentan síntomas parecidos y de ahí también la similitud de sus nombres, pero, la distinción entre ellas ya estaba hecha en el siglo XIX.

El tifus (typhus [EN]) está provocado por unas bacterias del género Rickettsia y se transmite a través de la picadura de un artrópodo (garrapatas, piojos) que suelen llevar las aves (nota: ojito cuando vuestro retoño da de comer a las palomas). En cambio, la fiebre tifoidea (typhoid fever [EN]) se produce por la infección del bacilo de Eberth, una salmonela (en concreto Salmonella enterica serovar Typhi, antiguamente Salmonella typhimurium), y se transmite por agua o alimentos contaminados (nota: ojito cuando bebéis agua en lugares con poca higiene).

Como siempre, lo mejor pasa por acudir a un artículo científico que te explique las diferencias, o a un blog fiable, y huir de las web seudomédicas

10 mar 2016

Cuando la g no indica gramos, sino gravedad

Una duda que una excientífica y actual traductora (Nancy Calvo) me planteó hace poco me reverdeció una gran duda que siempre había tenido (yo, no Nancy): ¿cómo se deben indicar las «g» cuando hacen referencia a la aceleración de la gravedad o gravedad estándar de la Tierra, que representa 9,80665 m s–2?

SABIENDO QUE:
  • Los símbolos y variables matemáticas se escriben en cursiva.
  • No se debe dejar lugar a confusión entre g como símbolo de gramo y g como constante de la aceleración gravitacional.
  • Para multiplicar un número por una variable o símbolo, basta con yuxtaponerlos (2x + 3y) o colocar un aspa × (si se usan decimales con punto, como en inglés) o un punto · (si los decimales se indican con coma, como en español) entre ellos.
  • Diez mil gramos se escribe 1000 g


DIGO QUE SON CORRECTAS:
  1. 1000g (siempre, por lo que es mi preferida)
  2. 1000 × g (preferiblemente en inglés)
  3. 1000 · g (preferiblemente en español)


Y CONSIDERO INCORRECTAS:
  • 1000g,  1000 × g y 1000 · g porque al no estar en cursiva la «g», significa gramo y no aceleración de la gravedad.
  • 1000 g,  1000×g y 1000·g porque se han escrito incorrectamente las multiplicaciones, aunque la g vaya en cursiva.
  • 1000 g porque es una masa, como he escrito antes

Por lo que doy gracias a Javier Bezos por haber confirmado mi fe en la nomenclatura científica. Y para que conste a todos los efectos oportunos, lo publico en este blog a tantos de tantos de tantos y ya tal, y la europea.

1 mar 2016

Riboswitch: un Swatch ribonuclear

En 2011, el Laboratorio del lenguaje ya recogió mis inquietudes sobre los riboswitches, un descubrimiento del siglo XXI. En pocas palabras, se trata en un fragmento de RNA (normalmente de un mRNA) que es capaz de reconocer [mediante el aptámero (aptamer)] un ligando específico y hacer que su plataforma de expresión (expression platform) cambie de estructura —lo siento, yo no escogí esos nombres tan poco inspirados—. 

El cambio estructural de la plataforma de expresión tiene efectos sobre la transcripción, traducción, estabilidad o ayuste de ese RNA. Aunque la traducción que parece apropiada para riboswitch sea ribointerruptor, por analogía a los interruptores de la luz, yo prefiero usar riborregulador porque realmente es eso, un RNA (ribo-) que regula, y en esto coincido no solo con @navarrotradmed, sino también con lo que usan los franceses.

Hasta ahora, yo les decía a mis alumnos que podíamos aprovechar los riborreguladores existentes para la biotecnología. Sin embargo, 2016 nos ha dejado un artículo en la revista Nucleic Acids Research donde se describe cómo diseñar riborreguladores de forma artificial. Se abre, por tanto, una nueva manera de controlar la expresión génica a voluntad, que hay que añadir a las técnicas de interferencia por RNA (la mal llamada 'interferencia de RNA' o 'RNA interferente'), o incluso a la CRISPR.

Cuando descubrí que los riborreguladores, aunque menos populares, ya existían, decidí desdecirme y pasar a recomendar su traducción como ribointerruptores.