Sabemos que hay ácidos nucleicos monocatenarios (single stranded), bicatenarios (double stranded), ahorquillados (hairpin), circulares..., pero ¿esféricos? Pues sí. En 1996, el grupo de investigación de Chad Alexander Mirkin en la Universidad del Noroeste, en Evanston (Illinois, Estados Unidos), describió unas nanopartículas que llevaban en su superficie una densa población de oligonucleótidos monocatenarios dispuestos ortogonalmente, como púas, en algo muy parecido a un erizo de mar, o mejor aún, a un abrojo como el de la semilla de la bardana (en el que el suizo George de Mestral se inspiró para crear el velcro [yuxtaposición de los términos franceses acortados velours + crochet en metáfora a la naturaleza de las dos tiras que lo componen]).
Estos ácidos nucleicos esféricos (spherical nucleic acids) o ANE (SNAs) presentan propiedades únicas que están revolucionando el diagnóstico molecular, la regulación génica, la medicina e incluso la ciencia de los materiales. Su naturaleza «pegajosa» (como el velcro) hace que las células los capten con facilidad, donde gracias a la secuencia y disposición de los oligonucleótidos, silencian (tratamiento, regulación) o detectan (diagnóstico) la expresión de un gen. En cambio, cuando se expresa el gen destinatario, no pasará nada aunque estén dentro de la célula. De ahí que se estén realizando ensayos clínicos para usar los ANE en tratamientos dirigidos, selectivos y sin efectos secundarios.
Sí, reconozco que el nombre no les hace mucha justicia en español (ni en inglés). Quizá hubiera sido más razonable llamarlos esferas de ácidos nucleicos, pero entonces no podría haber empezado esta entrada con la frase con la que la he comenzado, puesto que todas las estructuras nucleicas se caracterizan con un adjetivo, no con un sustantivo.
Aquí desparramo lo que dan de sí mis sinapsis sobre ciencia, traducciones varias y todo lo demás
20 jun 2019
Hidrolizado, pero no hidrolisado
Las palabras acabadas en -lisis (del griego ‒́λυσις → ‒́lysis), además de ser esdrújulas (aunque se admiten algunas formas llanas), significan que lo que hay en la raíz se ha roto, descompuesto, disuelto o degradado. Cuando se forma un verbo, la última s se convierte en una z a la que se añade la terminación -ar:
- análisis → analizar
- catálisis → catalizar
- diálisis → dializar
- hemodiálisis → hemodializar
- parálisis → paralizar
- psicoanálisis → psicoanalizar
Pero hay otro conjunto de estos términos con los que dudamos, a pesar de que siguen la misma regla:
- electrólisis → electrolizar
- fotólilisis → fotolizar
- glucólisis → glucolizar
- hemólisis → hemolizar
- hidrólisis → hidrolizar
La única excepción, que es la que provoca las dudas anteriores, es que lisis (1, 2) → lisar. También nos puede llevar a duda que en francés se mantiene la s en estos términos (hydrolyser, hémolysé, électrolyser, etc.).
Por tanto, independientemente de cómo se escriba en inglés o francés, los adjetivos derivados de estos verbos serán con z: analizado, catalizado, dializado, paralizado, psicoanalizado, electrolizado, fotolizado, hemolizado o hidrolizado. De nuevo, la excepción será lisado.
Por tanto, independientemente de cómo se escriba en inglés o francés, los adjetivos derivados de estos verbos serán con z: analizado, catalizado, dializado, paralizado, psicoanalizado, electrolizado, fotolizado, hemolizado o hidrolizado. De nuevo, la excepción será lisado.
25 abr 2019
Cómo distinguir citocina de citosina
Hace poco vimos cómo evitar los problemas de homofonía entre quimosina y quimiocina. Luego espero haber explicado bien la diferencia entre timina y timidina. Vamos ahora a abordar la confusión entre los homófonos citocina (una proteína señalizadora) y la citosina (una base nitrogenada).
La citosina (cytosine) es una de las bases nitrogenadas de los ácidos nucleicos que Albrecht Kossel y Albert Neumann descubrieron en 1894 en el timo de ternera. Se encuentra tanto en el DNA como en el RNA y su fórmula, derivada de la pirimidina, se encuentra aquí al lado.
En cambio, las citocinas (cytokines), o citoquinas, son unas proteinillas de menos de 20 kDa que intervienen en la señalización celular (sobre todo para el sistema inmunitario), e incluyen quimiocinas (chemokines), interferones, interleucinas (interleukins), linfocinas (lymphokines) y los factores de necrosis tumoral. En todos estos términos prefiero la versión acabada en -cina a la acabada en -quina debido al origen etimológico de la palabra citocina.
Ojo, que las citocinas no son ni hormonas ni factores de crecimiento. Y la citosina, menos.
La citosina (cytosine) es una de las bases nitrogenadas de los ácidos nucleicos que Albrecht Kossel y Albert Neumann descubrieron en 1894 en el timo de ternera. Se encuentra tanto en el DNA como en el RNA y su fórmula, derivada de la pirimidina, se encuentra aquí al lado.
En cambio, las citocinas (cytokines), o citoquinas, son unas proteinillas de menos de 20 kDa que intervienen en la señalización celular (sobre todo para el sistema inmunitario), e incluyen quimiocinas (chemokines), interferones, interleucinas (interleukins), linfocinas (lymphokines) y los factores de necrosis tumoral. En todos estos términos prefiero la versión acabada en -cina a la acabada en -quina debido al origen etimológico de la palabra citocina.
Ojo, que las citocinas no son ni hormonas ni factores de crecimiento. Y la citosina, menos.
11 abr 2019
La timidina no es timina (y otros desaguisados nucleotídicos)
No sé cuál es la extraña razón por la que resulta demasiado frecuente (sobre todo cuando quien lo escribe tiene formación médica) que llamen timidina (thymidine) a la base nitrogenada timina (thymine). Solo se me ocurre porque también se llama timina (thymin) a la timopoyetina. Aunque todos ellos tengan como raíz común el timo (del latín thymus, que procede del griego θύμος [thýmos, 'tomillo', por la semejanza de la glándula con la flor de esta planta), no es motivo para confundirlos.
Las bases nitrogenadas de los ácidos nucleicos son cinco, dos de ellas púricas (adenina y guanina) y las otras tres, pirimidínicas (citosina, uracilo y timina). Cuando la base nitrogenada se une a la pentosa, se forma un nucleósido. El nombre de los nucleósidos se forma por la adición del sufijo -osina a la base púrica, y el sufijo -idina a la base pirimidínica. Así tenemos:
Las bases nitrogenadas de los ácidos nucleicos son cinco, dos de ellas púricas (adenina y guanina) y las otras tres, pirimidínicas (citosina, uracilo y timina). Cuando la base nitrogenada se une a la pentosa, se forma un nucleósido. El nombre de los nucleósidos se forma por la adición del sufijo -osina a la base púrica, y el sufijo -idina a la base pirimidínica. Así tenemos:
- adenina → adenosina
- guanina → guanosina
- citosina → citidina
- uracilo → uridina
- timina → timidina
Cómo son estos nombres en inglés lo puedes consultar en esta página. Para marcar la diferencia de pentosa, se recurre a los prefijos ribo- cuando es ribosa y desoxi- cuando es desoxirribosa. El problema es que la timidina, que debería ser desoxitimidina, no recibió tal nombre cuando se publicó en 1929.
Cuando al nucleósido se le une el fosfato, entonces tenemos el nucleótido, que se nombra como un ácido o la sal que le corresponde a partir del nombre de la base púrica (adenilato y guanilato) o a partir del nucleósido pirimidínico (citidilato, uridilato y timidilato).
Ojo, si al nombrar el nucleósido de dice mono-, di- o trifosfato de..., entonces no se pone el nombre de la base ni del nucleótido, sino del nucleósido: monofosfato de adenosina, trifosfato de timidina. Como curiosidad, el término nucleótido lo acuñó Levene en un artículo de 1908, mientras que nucleósido lo acuñó un año después.
21 mar 2019
Pipeline: un tipo de workflow
Muchos asociarán pipeline con tubería, oleoducto, o incluso con una cartera de productos medico-farmacéuticos en fase de desarrollo. Pero en el entorno (bio)informático, pipeline se utiliza en sentido figurado para indicar un código informático en el que los datos pasan secuencialmente por una serie de procesos (programas, órdenes, métodos, funciones...), como un chorro (stream) de información, hasta completar toda la tarea (task). Las peculiaridades de cualquier pipeline son:
El origen de pipeline está en el signo | (pipe) del unix, que el sirve para encadenar distintas órdenes (commands) en las que proceso n no empezará hasta que haya acabado el n – 1:
$ proceso 1 | ... | proceso n-1 | proceso n | proceso n+1 | ... | proceso final
De ahí que, cuando se traduce, se utilicen con frecuencia los términos tubo o tubería. No vería con malos ojos el neologismo «tubulación». Sin embargo, yo creo que son más apropiados canalización, concatenación o encadenamiento porque se pueden calificar con los adjetivos computacional o informático cuando sea necesario, y se pueden convertir en verbos (canalizar, concatenar, encadenar) o en adjetivos (canalizado, concatenado, encadenado). En cambio, de tubo, tubería y tubulación tenemos el adjetivo tubular, pero no hay verbo (tubulacionar sería un sesquipedalismo innecesario).
Si lo que queremos es innovar, traduzcamos el término pipe (canal) por el sufijo -ducto para acuñar neologismos, como informoducto o computaducto, que no existen en la web. Se admiten sugerencias de todo tipo.
Espero que, de paso, se os aclaren los problemas conceptuales del tándem pipeline workflow (flujo de trabajo canalizado/concatenado/encadenado) y que ambos términos no son sinónimos ni de lejos.
- cada uno de los procesos es autónomo, es decir, se puede ejecutar fuera del pipeline;
- los procesos están encadenados, de manera que la salida de uno es la entrada del siguiente;
- el encadenamiento es lineal (sin ramificaciones) y unidireccional (cual chorro de agua por una tubería; supongo que ya habréis captado la metáfora).
El origen de pipeline está en el signo | (pipe) del unix, que el sirve para encadenar distintas órdenes (commands) en las que proceso n no empezará hasta que haya acabado el n – 1:
$ proceso 1 | ... | proceso n-1 | proceso n | proceso n+1 | ... | proceso final
De ahí que, cuando se traduce, se utilicen con frecuencia los términos tubo o tubería. No vería con malos ojos el neologismo «tubulación». Sin embargo, yo creo que son más apropiados canalización, concatenación o encadenamiento porque se pueden calificar con los adjetivos computacional o informático cuando sea necesario, y se pueden convertir en verbos (canalizar, concatenar, encadenar) o en adjetivos (canalizado, concatenado, encadenado). En cambio, de tubo, tubería y tubulación tenemos el adjetivo tubular, pero no hay verbo (tubulacionar sería un sesquipedalismo innecesario).
Si lo que queremos es innovar, traduzcamos el término pipe (canal) por el sufijo -ducto para acuñar neologismos, como informoducto o computaducto, que no existen en la web. Se admiten sugerencias de todo tipo.
Espero que, de paso, se os aclaren los problemas conceptuales del tándem pipeline workflow (flujo de trabajo canalizado/concatenado/encadenado) y que ambos términos no son sinónimos ni de lejos.
27 feb 2019
Matriz cromática: el heatmap de los biólogos moleculares
Si alguien está pensando en traducir heatmap por termografía (thermography), que sepa que ya tiene su propio significado y no conviene montar polisemias. En este campo, termograma suele utilizarse para la imagen obtenida con un termógrafo. Aunque termografía según el DLE sea sinónimo de termograma, muchos especialistas consideran la termografía una técnica, no un resultado gráfico.
Además, ¿debe heat traducirse por calor o temperatura cuando lo que se representan son intensidades, actividades, densidades, etc. en una gama de colores? Pues igual no, y la traducción por «de color/es», el adjetivo «cromático» o incluso el prefijo «cromo-» parecen más acertadas.
Con respecto al map, no parece un mapa en el sentido del término en español. Tampoco me parece apropiado llamarlo gráfico porque suele estar más asociado a una representación cartesiana. Se le podría llamar distribución e incluso diagrama, aunque este último queda descartado porque los diagramas cromáticos ya están bien asentados en el campo de la física desde 1931 y no son como los adjuntos a esta entrada. Tampoco podemos usar cromograma porque ya es polisémico (chromogram y kromogram) en la fotografía. Y mucho menos cromatograma (chromatogram), íntimamente ligado a la cromatografía.
La traducción más ajustada será matriz cromática, que no parece tener uso en ningún campo concreto. Tiene la ventaja de que la definición matemática de matriz se ajusta muy bien y ya se ha empleado en otras cosas de aspecto parecido: las micromatrices (microarray o DNA chips). Además, cuadra muy bien con la definición que ofrece la Wikipedia (a heatmap is a graphical representation of data where the individual values contained in a matrix are represented as colors), o sea, que sirven para representar con colores los valores de una matriz. Deben incluir la clave de colores (color key) para los valores representados, que suele ir del rojo al verde pasando por el negro, del rojo o amarillo al azul pasando por el blanco, o cualquier otra gama de tres o más colores.
Por tanto, ¿habrá mejor denominación que matriz cromática? Por lo dicho más arriba, lo prefiero a «matriz de colores», pero no me preguntéis el motivo por el que no veo claro «cromomatriz», a pesar de que la considere más apropiada que «matriz térmica».
Otra ventaja de «matriz cromática» es que nos permite especificar, si el contexto lo necesita y sin forzar la gramática, el tipo de valores que se representan: matriz cromática de intensidades, matriz cromática de densidades, matriz cromática de expresión, etc.
Se admiten sugerencias y puntualizaciones.
22 feb 2019
7 términos 7 que utilizamos mal
Recientemente he enviado a las redes este artículo en el que se explica por qué son incorrectos una serie de términos relacionados con la salud que oímos y leemos con frecuencia. Te los resumo aquí:
carbohidrato,hidrato de carbono→ glúcido (palabra de bioquímico);flora intestinal,flora bacteriana→ microbiota, que ya tratamos en este Nanoblog;- sistema
inmunológico, sistemainmune→ sistema inmunitario; coeficienteintelectual → cociente intelectual;severo→ grave, intenso, pronunciado;- cetosis (aparición de cuerpos cetónicos) ≠ cetoacidosis (exceso de cuerpos cetónicos);
apretar el abdomen→ trabajar los abdominales.
De entrada, bravo por de Vitónica (@vitonica). La otra cara de la moneda la pone la RAE (@RAEinforma), que sanciona como correctos en el DLE y otros diccionarios algunos de los términos erróneos, simplemente por «se usan mucho». Como diría Forges, ¡país!
8 feb 2019
No confundas conformación con configuración
Si tenemos dos moléculas con los átomos enlazados de la misma manera, pero sabemos que son diferentes (como los limonenos de la imagen), se dice que son estereoisómeros. Los hay de dos tipos: conformacionales (interconvertibles por rotación de los enlaces químicos) y configuracionales (interconvertibles por rotura y formación de enlaces). Así que conformación y configuración no son términos sinónimos.
La conformación alude a la disposición de los elementos que componen un conjunto, por lo que de ella depende la forma final de la molécula. Dicho aspecto surge de la rotación de átomos y grupos atómicos alrededor de cada enlace simple. Por eso suele ocurrir con rapidez, lo que no excluye la existencia de algún impedimento energético o estérico que dificulte o incluso impida los movimientos. Como ejemplos, tenemos el intercambio entre las conformaciones sin/anti de los nucleótidos, o bote/silla y endo/exo para los glúcidos.
Como la configuración electrónica hace referencia a la distribución de los electrones de un átomo en orbitales s, p, d, f, etc., la configuración (que a veces se acompaña del adjetivo «estérica» o «espacial» para diferenciarla de la electrónica) se refiere a la estructura química permanente de una molécula en función de la disposición tridimensional de los átomos o los radicales unidos a un centro quiral o asimétrico. Lo más importante es que para cambiar de configuración hace falta romper enlaces químicos, mientras que no se rompía ninguno cuando se cambiaba de conformación.
Por lo tanto, el paso de una configuración cis a trans, de Z a E y de R a S (sí estas tres parejas se escriben en cursiva) implica la rotura de un enlace. Lo mismo ocurre con las configuraciones D y L (estas no van en cursiva, como mucho en versalita) de los glúcidos. Se consideran estereoisómeros configuracionales los enantiómeros (enantiomers) y los diastereómeros (diastereomer) —también denominados diastereoisómeros (diastereoisomers), pero no es etimológico el término ⊗diasterómero (⊗diasteromer)—.
La conformación alude a la disposición de los elementos que componen un conjunto, por lo que de ella depende la forma final de la molécula. Dicho aspecto surge de la rotación de átomos y grupos atómicos alrededor de cada enlace simple. Por eso suele ocurrir con rapidez, lo que no excluye la existencia de algún impedimento energético o estérico que dificulte o incluso impida los movimientos. Como ejemplos, tenemos el intercambio entre las conformaciones sin/anti de los nucleótidos, o bote/silla y endo/exo para los glúcidos.
Como la configuración electrónica hace referencia a la distribución de los electrones de un átomo en orbitales s, p, d, f, etc., la configuración (que a veces se acompaña del adjetivo «estérica» o «espacial» para diferenciarla de la electrónica) se refiere a la estructura química permanente de una molécula en función de la disposición tridimensional de los átomos o los radicales unidos a un centro quiral o asimétrico. Lo más importante es que para cambiar de configuración hace falta romper enlaces químicos, mientras que no se rompía ninguno cuando se cambiaba de conformación.
Por lo tanto, el paso de una configuración cis a trans, de Z a E y de R a S (sí estas tres parejas se escriben en cursiva) implica la rotura de un enlace. Lo mismo ocurre con las configuraciones D y L (estas no van en cursiva, como mucho en versalita) de los glúcidos. Se consideran estereoisómeros configuracionales los enantiómeros (enantiomers) y los diastereómeros (diastereomer) —también denominados diastereoisómeros (diastereoisomers), pero no es etimológico el término ⊗diasterómero (⊗diasteromer)—.
10 ene 2019
Xantofila, porque no todas las -filas son esdrújulas
Es muy habitual que los términos acabados en -filo o -fila los hagamos esdrújulos porque suelen formarse con el sufijo griego -φιλος (-philos, amante de). Tenemos así de hidrófilo, bibliófilo, necrófilo, pedófilo y zoófilo, entre otros. Entonces, ¿por qué son llanas las palabras clorofila, esporofilo, anisofilo, calofila, macro- y microsporofila, o monofila? Pues porque se forman con otro sufijo griego: φύλλον (phýllon, hoja). Una manera de distinguirlos es que los esdrújulos son adjetivos que proceden de un sustantivo que acaba en -filia (hidrofilia, bibliofilia, necofilia, pedofilia, zoofilia, etc.), mientras que los otros, o son ya son sustantivos, o no proceden de un sustantivo terminado en -filia.
Una vez sabido esto, no debe extrañarnos que el término xantofila (xanthophyll), que reúne los carotenoides pigmentados que proporcionan a las hojas secas su característico tono (así como el código alimentario E-161), sea una palabra llana (como viene en el VCTRAC). Sus formantes vienen del griego xanthos (ξανθός, amarillo) y phýllon (φύλλον, hoja).
¿Acaso habrá quien lo use como esdrújula (xantófila)? Pues sí, son una legión, empezando por la Wikipedia, los códigos alimentarios, diccionarios como el Collins o el DEIA, para acabar en infinidad de blogs y páginas dedicadas a la alimentación. Así que ya podéis empezar a recomendar a diestro y siniestro aquello de «cópiame 100 veces "xantofila es una palabra llana, no esdrújula"».
Una vez sabido esto, no debe extrañarnos que el término xantofila (xanthophyll), que reúne los carotenoides pigmentados que proporcionan a las hojas secas su característico tono (así como el código alimentario E-161), sea una palabra llana (como viene en el VCTRAC). Sus formantes vienen del griego xanthos (ξανθός, amarillo) y phýllon (φύλλον, hoja).
¿Acaso habrá quien lo use como esdrújula (