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28 dic 2018

¿Qué se obtiene de equinos que no son caballos ni iguales? Pues otro calco del inglés

La equinenona [echinenone (EN) o échinénone (FR)] es un lípido que se sintetiza a partir del β-caroteno (mejor que beta-caroteno) tanto en las bacterias como en muchos invertebrados marinos, insectos y mamíferos. Se trata pues de una xantofila (xanthophyll) y no xantófila. Pero esto será otra historia.

Recibió este nombre al aislarse por primera vez de los erizos de mar (sea urchin), o equinos. Estos equinos vienen del griego ἐχῖνος, echînos, y no tienen ninguna relación lingüística con el adjetivo y sustantivo equino referente a los caballos, puesto que viene de la raíz latina equīnus. También debe quedar claro que el equi- de echînos tampoco tiene ninguna relación con el prefijo equi- (del latín aequi-, igual) que aparece en equivalente, equidistante, equiángulo, equilibrio, equinoccio, etc.

Nuestros equinos pertenecen a la clase Echinoidea, o sea, son equinodermos (ἐχῖνος, echînos → erizo, y δέρμα, derma → piel). Por eso, habría que haberse planteado que la traducción  echinenone → equinonona, a pesar de que la traducción más usada, y sancionada por el VCTRAC, sea equinenona, uno de los tantísimos calcos del inglés que superpueblan la ciencia.

15 dic 2018

El petricor y la tierra mojada

Muchos conocemos e incluso disfrutamos del olor que produce la primera lluvia tras un largo período de sequía. Este aroma ha sido bautizado como petricor (petrichor), por la unión de dos palabras griegas: πέτρα (pétra) que significa piedra e ἰχώρ (icór; ichor transcrito al inglés), palabra con la que se hacía referencia al líquido que fluía por las venas de los dioses en la mitología griega, y que también estaba en la ambrosía o néctar. Apareció por primera vez en 1964 en la revista Nature acuñado por dos geólogos australianos, Isabel Joy Bear y Roderick G. Thomas. Un año después, la palabra aparecía en el título de un nuevo artículo en Nature

Bear y Thomas describieron que el olor se debía a la evaporación de un un aceite exudado por ciertas plantas durante periodos de sequía al que se añadían otros compuestos volátiles generados por los microorganismos del suelo, principalmente las actinobacterias y, en menor medida, las cianobacterias y algunos hongos. Entre la media centena de compuestos responsables del petricor destaca la geosmina (geosmin), que significa en griego «aroma de la tierra». Este mismo compuesto produce aromas desagradables en el vino que los catadores denominan aromas terrosos, es característico de las aguas residuales, y es también responsable del sabor a cieno de las carpas.

¡Ah! No busques estos términos en el DLE porque, como otros tantísimos términos científicos, no vienen. En el VCTRAC se recoge geosmina y en el Oxford Reference encontrarás petrichor.

15 nov 2018

Genómica nutricional, nutrigenética y nutrigenómica

Los términos nutrigenética y la nutrigenómica a menudo se confunden o se utilizan indistintamente de manera errónea, porque son dos caras de la misma moneda, como se observa en la figura adjunta. La «moneda» se denomina genómica nutricional (nutritional genomics) y engloba los estudios que buscan las relaciones entre el genoma humano, la nutrición (alimentación) y la salud.

La nutrigenómica (nutrigenomics) estudia cómo afecta lo que comemos (bien sean los nutrientes, los alimentos en sí, o incluso los suplementos alimenticios) a la expresión de los genes y, en consecuencia, a la salud de la persona. Con ello se persigue la personalización de la dieta en función del genotipo, puesto que cada persona responde de manera diferente a los alimentos debido que su genotipo es diferente al de las demás personas. Un ejemplo sería el estudio de cómo responde la salud cardiovascular o la obesidad de una persona según la cantidad de grasas de la dieta.

Por su parte la nutrigenética (nutrigenetics) estudia el efecto que tienen las diferencias genéticas (polimorfismos) sobre la absorción, el transporte, la metabolización y la eliminación de nutrientes, toxinas y alimentos. Dicho en pocas palabras, pretende prever cómo responderá una persona a los nutrientes ingeridos en función de sus variantes genéticas. Se podría determinar así cuál es la ingestión ideal de calorías, vitaminas y otros nutrientes para cada individuo (no todos tenemos las mismas necesidades nutricionales porque no todos tenemos el mismo genotipo). Por ejemplo, si la persona presenta determinadas mutaciones de la fenilalanina—hidroxilasa, su dieta deberá contener poco o nada del aminoácido fenilalanina.

El resultado común de los estudios de genómica nutricional es la elaboración de una dieta personalizada para prevenir enfermedades y gozar de la mejor salud posible.

12 sept 2018

El quimo y la quina no cuajan quimosina ni quimiocina

Vamos a tratar de explicar ese galimatías que he puesto por título cuyo nexo de unión son un montón de «qu».

El prefijo inglés chymo-, que viene del griego antiguo ‘χυμός’ (khymos) → jugo, corresponde al prefijo español quimo- que forma parte de términos como quimo (chyme), quimotripsina (chymotrypsin) y quimosina.

La quimosina (chymosin, también conocida como rennin, que se encuentra en el cuajo [rennet]) es una enzima que se secreta durante la digestión de los rumiantes para digerir la leche. Actúa sobre el caseinógeno y lo convierte en la caseína, que es insoluble. De esta forma cuaja la leche en la digestión y también en la fabricación de quesos. No hay que confundir rennin (quimosina) con renin (renina).

Por su parte, el prefijo inglés chemo- se traduce por quimio-, como en quimioterapia y en quimiolitótrofo. Por tanto, la citocina (cytokine) quimiotáctica (chemotactic) que se dedica a atraer los leucocitos a los puntos de inflamación crónica se denominará chemokinequimiocina.

Está claro que quimosina y quimiocina no tienen nada que ver. Pero cuando chemokine se traduce mal por ⊗quimocina, se convierten en un homófono de quimosina para muchos hispanohablantes. Yo recomiendo encarecidamente poner la «i» de quimiocina en su sitio en lugar de usar la traducción «quimioquina» (o la aún peor ⊗quimoquina), porque a muchos nos hace pensar en un tipo de quina, el vino dulce para niños de otros tiempos.

30 ago 2018

Clorhidrato ha muerto: ¡viva hidrocloruro!

Seguro que muchos estudiamos que había en química un grupo de ácidos, denominados ácidos hidrácidos (binary acids o hydracids), que se formaban cuando ciertos gases se disolvían en agua. Entre ellos estaban el ácido sulfhídrico, el ácido yodhídrico y el que nos ocupa: el ácido clorhídrico (HCl; hydrochloric acid). Cuando se forma una sal al reaccionar con una base (que en lo que se llama en farmacología una sal por adición de ácido), se le añadía el sufijo -ato (-ate en inglés), por lo que tenía sentido etimológico que sal del ácido clorhídrico se denominara clorhidrato (chlorhydrate, que proviene del francés). Todo esto se considera nomenclatura tradicional.

Sin embargo, en la nomenclatura sistemática se prefiere agruparlos como hidruros no metálicos de carácter ácido, ya que el término ácido debe reservarse a las moléculas con al menos tres átomos de los que uno debe ser oxígeno. Estos hidruros, los antiguos ácidos hidrácidos, están formados por un átomo de hidrógeno y un no metal del grupo 17 (halógenos) o del grupo 16 (anfígenos: azufre, selenio y telurio) y se nombran con la adición de la terminación -uro (-ide en inglés) a la raíz del no metal seguido por «de hidrógeno». Por ejemplo,
  • HCl: ya no es ácido clorhídrico, sino cloruro de hidrógeno (hydrogen chloride).
  • H2S: ya no es ácido sulfhídrico, sino sulfuro de dihidrógeno (hydrogen sulfide [sulphide solo en UK]).
  • HI: ya no es ácido yodhídrico, sino yoduro de hidrógeno  (hydrogen iodide).
  • H2Te: ya no es ácido telurhírico, sino telururo de hidrógeno (hydrogen telluride).
La consecuencia principal es que los hidrohaluros que se obtienen de la reacción de un haluro de hidrógeno ya no pueden acabar en -ato al no ser ácidos, por lo que han de acabar en -uro, aunque formen las sales por adición de ácido. Por tanto, la sal del HCl será hidrocloruro (hydrochloride), y no clorhidrato.

Que conste que esta explicación no es más que una mera simplificación de una historia más compleja de lo que parece.

2 may 2018

Los metros esdrújulos

La mayoría de las unidades con más de una sílaba son palabras llanas que, cuando se les añade un prefijo múltiplo y submúltiplo, mantienen acento en la misma sílaba de la palabra base, por lo que siguen siendo llanas (o agudas, cuando la unidad es un monosílabo). A modo de ejemplo, tenemos mililitro, kilogramo, kilodalton, nanosegundo, miliamperio, micromol, kilojulio, kilovatio, milivoltio, y prácticamente todos los derivados de unidades.

En cambio, con el metro tenemos una excepción al proceder del griego μετρος (metron, que a su vez procede de μέτρον → medida). Por mucho que metro sea una palabra llana, sus múltiplos y submúltiplos se convierten en palabras esdrújulas: kilómetro, milímetro, nanómetro o picómetro, por citar unos pocos. No es ninguna anomalía, porque también son esdrújulos, sin excepción, todos los términos que acaban en -metro: acelerómetro, alcoholímetro, barómetro, colorímetro, cronómetro, diámetro, escalímetro, frecuencímetro, hexámetro, interferómetro, manómetro, ojímetro, parámetro, pulsómetro, ratímetro (que no mide los ratitos, sino las ratas), termómetro, taxímetro, udómetro, y un largo etcétera.

Gracias a @RAEInforma por aportar la información necesaria y a Pilar Comín (@alcancuz) por suscitar la duda.

25 abr 2018

Microbioma y microbiota

Aunque estos dos términos se suelen utilizar como si fueran sinónimos (como aquí), en realidad no lo son.

La microbiota se refiere al conjunto de comunidades microbianas que coloniza un determinado nicho ecológico, con lo que se puede considerar sinónimo de flora bacteriana (un término acuñado cuando a las bacterias se las consideraba plantas). Para muchos investigadores, parece que el único nicho importante es el humano. Para su estudio se usan las técnicas de cultivo tradicionales.

En cambio, microbioma se refiere al conjunto de genomas, o genoma colectivo, formado por los distintos microorganismos que forman una microbiota. De nuevo, muchos creen que solo existe el microbioma humano. Para su estudio se emplean la tecnología genómica de alto rendimiento (high throughput). Reíros, pero estamos en camino de generar un humanoma.

Gracias a @plluberas por inspirarme con su pregunta en el foro de @MedTrad_RedIRIS, y a Lucila Sanz por los enlaces que aportó.